Capitulo once
Capitulo once Las leyes salvajes / empañan mi huida / el estanque no para de crecer cantan los héroes del silencio. El estéreo del departamento sonaba a todo volumen. Me desperté. Eran las cinco de la mañana. La luz del baño estaba encendida. Mónica se colocaba un vestido naranja que mostraba sus bien formado trasero. La contemple recostado en mi almohada. No me costó mucho trabajo acostumbrarme a dormir con ella. Renuncie a seguir asistiendo a hoteles y de exponerme en bares, asi que pasábamos las tardes en el departamento. A veces, después de unos tragos y de hacer el añor, caíamos dormidos y despertábamos como hoy, hasta el siguiente dia. - ¿Dónde vamos?, pregunte. - Voy a Guadalajara, olvide decirte. - Ya veo, le dije, y ¿a qué vas? - Me manda la jefa de área. - ¿Cuándo regresas? - No lo sé aun, recogeré una USB con los datos de los nuevos SRSs y las claves de sus accesos y las nuevas cuentas bancarias de las oficinas. - ¿Porque no te lo mandan por correo?